Salud mental
Raúl Mendoza Cánepa
Hasta ahora, inclusive, se habla de psicoterapia, pero la psiquiatría sigue siendo un tabú y la gente se niega a admitir cuando lleva a algún familiar o recurre él o ella misma a un psiquiatra.
Debería activarse un plan de normalización del paciente psiquiátrico porque la mayor parte de las veces muchos de los problemas que afrontamos se tratan o resuelven allí.
Depresión, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico,también TDAH (que ya no se trata con estimulantes) son problemas tratados y monitoreados por un médico. No, no es un loquero, tampoco "estás mal de la cabeza" si vas por vistazo, receta, ajustes y medicación. Temas de disfuncionalidad o condición neuronal que no se abordan con un sermón o una terapia psicocognitiva.
Vivimos, además, en una sociedad sin empatía por el otro, sin amor por quien tiene problemas, sin sensibilidad por el pobre, el desempleado, el desesperado o el que sufre por lo que sea que esté pasando. En un mundo así, ya agitado por la violencia, qué más hacer y dónde esconderse y a quién pedir ayuda.
Se ve en las calles y en las redes, gente que pide y no por el gusto de pedir (que es lo más humillante),sino porque en el pozo cualquiera clama por salir y hallar una solución.
La sociedad cada vez exige más y torna al hombre en un objeto útil y superidoneo, como si alguien lo fuera. Hay gente que muere porque no le donaron para una operación o que sufre porque no sabe cómo lidiar económicamente con su salud física o mental en un sistema que te cita a las semanas o meses para una operación urgente, sin que a la encargada siquiera le tiemble la boca.
¿Qué podemos esperar del futuro en un mundo cada vez más deshumanizado?