El viaje del héroe
Raúl Mendoza Cánepa
La política es lo que detestamos mientras los ladronzuelos y pillos de cuello blanco hacen de las suyas.
La política es lo que aborrecemos mientras nos quejamos sin poner un pie en ella, mientras tanto los pobres son más pobres y el hambre arrasa y los niños ganan en anemia lo que pierden en educación.
La política es lo que le dejamos a los malos de cualquier ideología, mientras pensamos en nuestras vidas privadas, en sus goces y ganancias.
Haya La Torre se animó cuando vio la miseria del Cusco y así varios dentro y fuera dieron el paso al frente. Churchill supo que era su hora cuando Chamberlain y todos los ingleses subestimaban a Hitler. La vida no es solo goce, es esencialmente deber. Es el imperativo categórico de Kant, el llamado al que acude Aquiles enfurecido tras la muerte del amigo...es así el deber que resulta de la indignación...y en el Perú hay mucho de que indignarse, comenzando por una clase política que se esmera en superar los defectos de las precedentes.
No entrar en política es ser cómplice. Entrar es dejar todo en ella, de ser necesario la vida misma.
Un hombre no cambia necesariamente la realidad, pero el heroísmo es intentarlo. Inténtalo. El objetivo es el crecimiento, el empleo, el ingreso familiar, la educación, la salud y el ejercicio pleno de los derechos individuales.
La vida es deber, la política es deber y uno sabe cuándo llegó la hora, pese a las resistencias iniciales. Aunque hay mucho que pulir y descargar y coraje que robustecer... habré de seguir ese camino...¿Y tú (si eres demócrata y decente) estás dispuestos?