El magisterio de Fernando Belaunde
Raúl Mendoza Cánepa
Han transcurrido algunos años desde que la USIL premió a este columnista por su ensayo sobre Fernando Belaunde.
Respondía a un libro previo que trataba de la biografía secuencial de Fernando Belaunde hasta su último día. No hay último día ni signos en las lápidas cuando se trata de personajes trascendentes, por eso lo titulé en reversa, como una historia viva, permanente y que se cuenta no solo por su obra, sino por lo que deja. De allí la alusión al principio esperanza de Ernest Bloch. La génesis al final.
Una mala dirigencia, infiltrados de años y la ignorancia de muchos en AP dejaron de lado no solo "La conquista del Perú por los peruanos" y "Pueblo por pueblo"...sino toda la doctrina Belaunde en aras del uso del partido como trampolín bajo cualquier ideología. Lo malo es la ignorancia de la raíz, pero peor es el chambismo, el interés de usar el partido y el escaño para intercambiar favores y hacerla de "niños". La casa rosada no es la casa verde, señores congresistas y si querían seguir en el Congreso, debieron renunciar al partido y no usar su nombre como falso nombre de la bancada, un nombre que los que dejaron la bancada no pueden usar, pese al legítimo derecho que tienen de usarlo.
La nueva dirigencia debe convocar a los buenos acciopopulistas, a los que se fueron, a los que deben estar, a los honestos, a los que leyeron y honran a Belaunde.
Aún hay una esperanza a riesgo de desaparecer.
Disclaimer: no soy acciopopulista, pero conozco más de Belaunde y su pensamiento que muchos que se jactan de su filiación.