#ElPerúQueQueremos

Ya nos hemos odiado tanto

Raúl Mendoza Cánepa 

Publicado: 2023-08-11

El Perú está polarizado por las ideologías, es la lucha de dos o tres modelos, es la irrupción de competencias electorales que han cortado el sentimiento de unidad y no lo que debió ser: un debate nacional sobre el país.

Se cree que cada año se puede hacer todo. La presidenta Dina Boluarte, en su mensaje a la Nación, nos vendió la idea de que ser abarcativo es trabajar...y no lo es.

Al final, su mensaje no fue realista ni tuvo una espalda financiera. Es el problema de la escisión, cuando cada gobierno cree que la historia se inicia y acaba con él. La verdad es que, más allá de los planes nacionales, políticas públicas y del Acuerdo Nacional, existe una posibilidad de unidad nacional en torno a temas muy concretos, técnicos y extrapoliticos: el proyecto nacional de infraestructura e inversión pública, uno que comprometa a todos los partidos como si fuera una Constitución cerrada solo a la ingeniería física, pues la ingeniería política solo sirve para dividir.

Cuando se hizo la carretera que uniría a Perú y Brasil no se analizó la utilidad real y ahora es uno de esos desperdicios millonarios a los que la república histórica nos ha acostumbrado.

Decía, lo que hace falta es un proyecto técnico de obra pública de cara a treinta años. Cuántas y cuáles carreteras, qué gasoductos, que interconexiones intrarregionales, qué puertos, que caminos gestores de polos de desarrollo, dónde ubicar zonas francas, puentes, hidroeléctricas y, en su conjunto, indicadores y planes detallados con metas y estudios de impacto de obra pública vigilada con convenios de gobierno a gobierno.

Una entidad unificadora podría ser el Ministerio de Obras, que juntaria a varios ministerio actuales, con la salvedad de una observación permanente de la Contraloría, la Defensoría del Pueblo y garantes extranjeros de probidad.

El Perú no se podrá unir ideológicamente porque los principios no se transan, pero al menos bien vendría un proyecto nacional de obra pública de treinta años con rendición de cuentas al final de cada gobierno. Los mensajes presidenciales de julio quedarán en la memoria de la retórica y el bostezo.


Escrito por

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.


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