Hoy es el último día de mi vida
Raúl Mendoza Cánepa
Quizás se haya sobresaltado con el título. Descuide.
El lema concuerda con el Carpe Diem de Horacio o "aprovecha el día". Juan coloca el lema como wallpaper en su celular mientras pide una butifarra. En aquel refugio de Pueblo Libre, al que llaman "taberna", ha llorado penas y tomado decisiones.
En marzo un bulto apareció en su cuello y no había un acuerdo médico al tacto. Él prefirió sobrellevarlo a solas, sin contarlo, no cortarlo para examinarse.
Había perdido un empleo hacía un tiempo ⏱️ y estaba decidido a morir. No tenía el dinero y temía al encarnizamiento médico y a la palabra que todos temen pronunciar. Dejó pasar. Tomó y pronto dejó un empleo porque el silencio era denso como la soledad y lo que quería menos era pensar y dar vuelta a lo mismo en una oficina casi vacía o en callecitas solitarias. Pessoa se hizo su autor favorito. No gastaba de lo poco para almorzar en restaurantes. Prefería hacerse un sánguche y comérselo a solas en aquel parque 🏞️ grande donde pensaba en Dios, en la 🧬 vida, en los hijos, en el fin.
Demasiado silencio para Juan, encerrado antes de tiempo cuando la vida estaba afuera.
Una mañana por fin, Juan (sin contarlo) se fue a cortar la carne y a saber si viviría, aunque no tuviera el alma viva para proseguir. Leyó a Gil de Biedma en la sala de espera, la vida no era la obra, sino las dimensiones del teatro.
Para su suerte 🍀 todo estaba bien. Era un exaribocarcinema fibroso benigno o algo así. Enrrumbó a la taberna, comió con apetito. Había ya cometido muchos errores.
Igual, despojado de sus ambiciones y sabiendo que las vanidades del mundo son nada frente a la inmensurable e ignota eternidad, encontró la imagen perfecta para su wallpaper: "Hoy es el último día de mi vida". Algún día tendría razón y no dejó de repetirlo desde entonces, feliz. Ya no le importaba meta alguna en la vida ni poder alguno, sino cada día se hizo un compartimento estanco en si mismo, uno que no ve más allá de la 🌉 noche.
Recordó a aquel futbolista brasilero de veintidós años que se prometía como sucesor de Pelé y al que Maradona joven lo vio con estupor. Joven promesa que en camino a firmar por su primer gran equipo se estrelló. Vive el día, Carpe Diem, no pienses en función de la vida, sino del día.
Juan bebió un sorbo de su Coca-Cola 🥶 helada. "Hoy es el último dia de mi vida". Lo que más temía se convirtió en un impulso para no hacer planes, para intensificar el hoy.
Steve Jobs daba una charla y vio en el auditorio a la que podía ser la mujer de su vida. Aún así culminó y caminó a su auto y pensó "y qué tal si este es el último día de mi vida". ¿Qué harías tú? Jobs dió la vuelta y buscó conversación a la mujer y comenzó su romance y luego su vida juntos.
Juan mira los cuadros viejos en sus detalles, cada detalle es un esplendor en la nostálgica antigüedad de aquella taberna.