No esperes nada
Raúl Mendoza Cánepa
Esperar es una mala opción, entre el pesimismo y la esperanza, lo primero.
No esperes, que nadie estará atento y nada hay reservado para ti. Hunde tus pies en el anonimato y mira el mar respirar sin aguardar nada. No esperes la bondad o el perdón, lo humano es lo más humano que hay. No aguardes santidad, que te abrumarán con el desprecio y la lejanía.
Estás más solo de lo que crees y si tienen oportunidad no te harán el bien, te crucificarán como al cordero.
No esperes de nadie, pero menos aún de nada, porque la fama y la fortuna se reserva para unos pocos. Para el resto o la mayoría es el anonimato y la lucha. No hay por qué desesperarse, los poderosos te hundirán y los que alcanzan fama no voltearán los ojos a ti.
Cuando estés en la cumbre te buscarán, pero en la desgracia te dejarán a un lado como inexistente.
No esperes, porque estás más solo de lo que crees y es mejor contemplar que desear. En el apego de las cosas y la tensión de los deseos y la espera se pierde la vida.