Los cojudos
Raúl Mendoza Cánepa
Sofocleto escribió "Los cojudos" en honor a muchos. Escribió en su libro:
"Al cojudo de profesión le ponen cuernos, lo estafan, lo asaltan (...) Es siempre el último de la cola, el que pierde la lotería por un número y camina como pato porque sufre escaldadura crónica…”.
Sofocleto traza la línea para definir al “cojudo” según su edad: “ El cojudo llega a su clímax sobre los treinta años y alcanza la apoteosis a los cincuenta y nueve. De los sesenta para arriba es lo que se llama ‘un viejo cojudo’, lo cual significa que no le falta sino cometer la gran cojudez Final que cierre con broche de oro su carrera, antes que algún pendejo de la familia consiga meterlo en el manicomio bajo los cargos de arteroesclerosis generalizada”.
Pongamos de la nuestra. El cojudo reflexiona sobre las coincidencias y las almas gemelas y los encuentros predestinados, como cuando hace años conoció a una mujer guapa y divertida en un avión ✈️ y durante seis horas no pararon de hablar. Hoy esa mujer está casada con su primo que fue aquella vez a recogerlo al aeropuerto.
El cojudo escucha un "me gustas" y cree que es por él y termina tocando el violín para otro. El cojudo invierte treinta mil dólares en su educación para ganar unos pocos miles de soles mensuales, su padre es de una generación que apenas culminó el colegio y tuvo casa y carro propio y hasta club de campo y playa.
El cojudo compra la lotería cada mes durante años jurando que si gana caminará de rodillas con chapitas. Al final habrá gastado varios miles que le hubieran alcanzado para un 🛩️ viajecito a Miami.
El cojudo se inmola por causas perdidas, hace el amor por cortesía, se estresa por los veinte mil futuros que su imaginación fabrica.
El cojudo se enamora de imposibles, batalla por ideales irrealizables, se sacrifica por un "gracias" y se lanza un monólogo de Joyce por WhatsApp para quedar en visto, reverendo cojudo.
El cojudo....pues mejor lean a Sofocleto.