Ayudándonos
Raúl Mendoza Cánepa
Hay buenas experiencias de consejería entre pares, por ejemplo los empresarios. Hay un buen sistema que funciona aprovechando el saber y lo vivido de los pares para solucionar los propios problemas.
Podría extrapolar a otros sectores: escolares en rueda sincerándose y aconsejandose, profesionales, personas en problemas y hasta expertos de diversas disciplinas integrando conocimientos para resolver problemas complejos. Un psicólogo, un economista, un abogado...todos fuera de la caja para sacar de apuros a un empresario.
Si hubiera decenas de clubes de la conversación, se ahorraría en largas terapias inconclusas y conversar íntimamente sería un vicio, el vicio que nos hace falta en un mundo ruidoso de individuos solitarios.