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Ni crispado

Raúl Mendoza Cánepa

Publicado: 2023-01-16

Dicen que el diablo tienta en el fondo de la desesperación. En la tranquilidad, quien transgrede es por codicia, pero cuando estás al borde del abismo aléjate de quienes te pueden hacer tocar el infierno.

No existe la perfección moral, pero bien vale el intento de la honradez aún en los momentos menos favorables, cuando se prueba el temple de los hombres.

¿Cómo se mide la acción moral de quien ha hipotecado su casa y recibe una oferta non sancta o, al menos en el linde de lo discutible? No es en la serenidad del confort que se mide la capacidad moral, es en el poder y en la desesperación. Tampoco la sed de mal se mide en las guerras, sino en la proximidad de un arma cercana a la oportunidad.

Leía un artículo de Mario Bunge sobre si el hombre es malo o bueno, no hallando una respuesta que cada conciencia esconde.

Difícil trance el de quien es tentado al borde del abismo y cuya consecuencia luego tratará de justificar. Malhadada tentación que el prudente debe resistir y no porque obrar mal tenga consecuencia, sino porque la ética se vale de actos bondadosos que no reparan en el costo de evadir el mal, sino en principios éticos que trascienden a la coyuntura y a la vida.

No me libres de la tentación, que de ella me libro yo.



Escrito por

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.


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