Si he visto a un líder promisorio para Acción Popular es Augusto Cáceres Viñas, a la sazón el alcalde acciopopulista con mayor aprobación.

Él confrontó públicamente con la corruptela castillista y probablemente sufrió una represalia, de esas que se sufren cuando enfrentas la corrupción y la tiranía del poder.

Sé que quería y quiere seguir la ruta del fundador y rescatar a sus partido. Sabemos de los "niños" y de la pérdida de rumbo partidario por aquellos que quisieron hacer del histórico partido un negocio congresal.

Es verdad que toda persona que asume una gestión administrativa enfrenta riesgos: los del entorno, las herencias burocráticas de las gestiones anteriores, pactos dejados de atrás entre los cúmulos de papeles. Se puede ser honrado, pero ser funcionario público puede ser una de las aventuras más peligrosas porque hay cosas que no se tienen cómo conocer y nunca se sabe bien en quién confiar. No particularizo, simplemente, hay gente honrada y con visión que entra en la política aún pese a esos riesgos y con el ánimo de servir.

La reputación tiene un valor incalculable como las imágenes que no se deben compartir por el supremo derecho a la dignidad. Cáceres pide que se investigue porque no teme a la verdad y, seguramente, saldrá fortalecido porque AP necesita líderes visionarios que creen en la libertad y, de seguro, ese será su momento.