ya acabó su novela

Raúl Mendoza Cánepa

Mundo paralelo: el mundo de Sofi

Publicado: 2020-10-13

Hay libros que sirven para pasar el tiempo y otros que dejan una huella, es el caso de este retrato de una tragedia ¿Qué lleva a la protagonista a quitarse la vida y qué es lo que encuentra en ese mundo raro que siente que no le pertenece?


Editorres Trasnvas


Sofi es la protagonista de esta novela, ella se cuelga finalmente, decepcionada de un mundo al que ha sido arrojada
Ella carece de atributos, pesa 120 kilos y la belleza le es esquiva por lo que es sometida a los tratos más crueles desde la infancia. Encuentra en las redes sociales una manera de esconderse y de representar una identidad que no es la suya. Se disfraza, esto es, toma la foto de una mujer bella que con escote abierto suelta decenas de sandeces que todos aplauden. Tiene una cuenta de Facebook que la enaltece, cada día son doscientos likes a mil por cualquier cosa que diga o represente. Juana pasa a llamarse "Sofi", que es el título de la novela.
Juana vive una vida solitaria, los hombres le son esquivos, ¿cómo lo procesa?
Ella decidió abandonar la vida social a los cuarenta años. Quiso ser escritora porque destacaba y tenía un estilo insuperable, pero ningún editor estaba dispuesto a leerla. Ya si los hombres le eran elusivos carecía de importancia porque Juana sabía que le aguardaba una vida que llegaría a su fin cuando su padre muriera y, efectivamente, murió. Él era todo para ella, un símbolo de la compañía masculina. El mundo no solo puede ser cruel o interesado sino excluyente con quien no se acomoda socialmente. Ella no pertenecía. También había una cuestión racial. La última vez que se presentó al mundo fue en un restaurante elegante, su amiga Sue no pasó porque a tenor del portero solo había una silla, esa silla era para Sue. Ella no era bienvenida.
Lo retratas muy bien, la escena es conmovedora. Ella llora cuando anochece, junto al mar y desea hundirse entre las olas.
Fue el día que no salió más y se inmiscuyó con mucho éxito en las redes sociales, pero con una falsa personalidad. Tenía muchos amigos, ya no era Juana, era Sofi. Sin embargo, tenía que vivir y no era contratada pese a sus pergaminos académicos. Era una genio, pero, ¿eso que importa en este mundo? 
Las relaciones y las apariencias hacen el trabajo que no hace el merito. Ella se queda en su habitación sin comer ni dormir y escribe largos posts que son laureados. Es admirada, una estrella que escribe frases muy simples adrede porque sabe que no necesita más que mostrarse. La máscara, no obstante, pierde su valor cuando se enamora de Alonso.
Ella se presenta ante Alonso como Sofi y se estilizará. Es amada, pero ocurre algo que no puedo adelantar. Frankenstein espanta a una niña, es lo peor. De todos modos, Juana deja de ser Sofi. La autenticidad, la bondad, la sabiduría no sirven en un mundo brutal y escaso como el de aquellos que trazaron sus vidas en las cuevas de Altamira. Sue escribe en un diario, pero escribe lo que Juana le dicta, aquella se lleva las palmas y el reconocimiento. Para Juana el mundo es ajeno a ella. Necesita dinero para sobrevivir y rompe los límites de la ley. Y lo vuelve a hacer en un proceso destructivo y autodestructivo a la vez, pero no es una sociópata, siente que debe devolver al mundo la bazofia que este le entregó al nacer. Hace suyo un mantra, debieron pedirle permiso antes de nacer, hay seres felices y bellos o con mucha fortuna y hay lo contrario, ¿quién de estos fue consultado para llegar a este mundo mezquino y raro?
La injusticia no es un tema que interese a los hombres y mujeres, cada uno busca su propio placer e interés. En el camino, pueden hacer mucho daño. La sociedad de Juana, además, es cortesana, virreinal, excluyente y hasta racista. 
Es la inmundicia, una distopía que Juana soporta hasta que se convierte en Sofi, pero si hay una virtud en ella es la incapacidad para mentirse a sí misma, lo que es también un castigo. El final ya lo conoces y no es un secreto. No son las aventuras del joven Werther, de Goethe; un tonto de capirote, en demasía romántico. Juana es otra historia, ella ve la muerte de otra manera, la han condicionado para que la perciba de una manera singular, sin miedo. Sue le teme a todo, es aprehensiva y le teme a la muerte, es muy católica (también le teme al infierno y se arrepiente de haber leído a Dante, culpa a su madre por haberla acercado al catecismo). Juana es diferente de Sue, tiene el coraje de asumir la destrucción como un arte o una justicia poética, incluso la suya. Sue le teme hasta a los mosquitos.
Hay un retrato social en esta novela psicológica que trasciende y nos involucra y más en estos tiempos de redes sociales y de influencers
Los influencers tienen belleza o fama, no les hace falta decir algo sensato o hilar dos frases. Sofi deja de lado sus cualidades para convertirse en esas mujeres que admira y que solo destacan por lo que dejan ver. Un rostro vale más que mil palabras.  

Escrito por

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.


Publicado en