Déjalo ser
Raúl Mendoza Cánepa
1. Solía ver los hábitos de la gente desde la solidez de mi visión única, rígida. La verdad no es mi patrimonio, quizás me robe algo de ella en una operación matemática perfecta, pero no podría hacerlo sobre las formas de pensar y de vivir.
2. Ya, de por sí, el puritanismo lo tapa todo, como en tiempos victorianos, se cubren (por obscenas) las patas de las mesas. El puritanismo reduce el placer al pecado del otro y el otro condena a quienes pecan de una manera distinta a como peca él.
3. El Derecho que lo castiga todo, la sociedad altamente punitiva, la desproporción de los castigos en un Código Penal elaborado por la legislación populista, limita la libertad a niveles tales que nos envuelve una densa neblina totalitaria. Reducir las reglas en materias que no deberían ser reguladas, es alcanzar la cúspide de una sociedad liberal.
4. No transgrede quien se expresa sino quien juzga a quien se expresa...a quien se expresa con los labios, con la ropa, con los bailes, con los cantos, con la cópula. El gran problema de la sociedad liberal no es la libertad (como la de los cínicos en el parque de los perros donde Diógenes se masturbaba), es la mente cerrada que toca con los puños y con la vara, cuando puede cerrar los ojos. No cierres la mente, cierra los ojos. No pidas castigo ni rayos ni lluvias de fuego, solo apagar tu televisor. La mente es un televisor, no destruyas la parrilla ni el contenido, el problema no es lo que los demás resuelvan hacer con sus vidas, es que "ves" y suprimes, lo que fácilmente puedes deshacer con tus ojos.