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Disonancia cognitiva

Raúl Mendoza Cánepa

Las personas nos sentimos incómodas cuando mantenemos simultáneamente creencias contradictorias o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que hacemos.

-León Festinger

Publicado: 2019-06-14

Imaginemos la existencia de una "Fundación de la Iglesia Defensora de la Vida Humana en favor del Derecho a Abortar". Si se lee bien, crea la impresión de una pequeña representatividad que, a decir verdad, no corresponde a la lógica porque es una expresión de  disonancia cognitiva. Si la hipotética Iglesia Defensora de la Vida rechaza el aborto en su doctrina  o en su catecismo o acuerdo fundamental, razonable sería modificar el título de la fundación. Las identidades sirven para definirse, no para proyectar contradicciones, dudas  o falsas convicciones. O examinas si cabes íntegramente en esa representación y la proyectas en su sustancia  o reevalúas tu propia posición, pero las contradicciones no sirven como carta de presentación. 

Imaginen a quien escribe, liberal a secas, fundando la "Asociación Liberal por la Creación del Estado Empresario" o "La Asociación marxista por el Libre Mercado". Se denota una mala elección. La vida de las ideas exige ser lo uno o lo otro, pero no ambos o ninguno. Si es error, vale el análisis. Si es el intento de un liberal para crear la impresión de una representación que, en realidad, no tiene, es una tendencia creada para atraer a los liberales a una institución que les hará creer que se puede ser liberal y promover el Estado grande o el Estado empresario al mismo tiempo. O se es o no se es. 

Ser coherente es armar todo el rompecabezas siempre que quepan las piezas y no se superpongan. Más fácil es reformular el llamado y decir que, resuelto mi conflicto interior o mi error, soy un socialista o un socialdemocrata que propugna el Estado grande. Proclamarme "liberal" pese a mi incoherencia expresa sería superponer una pieza para montar el rompecabezas forzando el juego y rompiéndolo.  

Cada quien puede a la luz del Derecho (valga esta posición personalísima) llamarse como quiera. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe y solo corresponde a Indecopi ver los temas de llamados tendenciosos al público si es que afectan al consumidor (cuando nos referimos al mercado, entiendo). La incoherencia no está prohibida, tampoco el error ni las disonancias cognitivas, solo afectan al que los padece. 


Escrito por

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.


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