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Instituciones o individuos

Raúl Mendoza Cánepa

"Si la norma dice que el hombre es caballo, al decir del positivismo, ¿no se convierte al Derecho en un sucedáneo de la literatura?"

-RMC

Publicado: 2019-06-13

Se ha discutido tanto sobre el matrimonio homosexual o el género que las contradicciones ya no se ventilan con argumentos sino con marchas. Lo cierto es que (valga a título personal) la confrontación ideológica es entre individuos e instituciones. Por decir, el matrimonio es una institución para unos y para otros es un contrato. Si es institución cabe el reconocimiento histórico que de él hace el Código Civil, al asumirlo como la unión entre un hombre y una mujer. Nadie cambia el significado de las instituciones que la tradición forma ¿Qué pasa si es que el matrimonio ya no lo ves desde las instituciones decimononas sino desde el individuo y su derecho a contratar? Y más aún, ¿qué ocurre si desde el liberalismo más espontáneo asumes que es un contrato privado que solo puede regularse por las partes?

En esta última opción destruyes a la institución  y la tornas contrato y en un acuerdo entre voluntades absolutamente privado el Estado no tiene injerencia, salvo para garantizar patrimonios...Ante notario y ya no en el salón edil, un hombre y una mujer firman un pacto y lo firman dos hombres o dos mujeres ¿Y por qué no tres o cuatro o más? En el ámbito de la autonomía de la voluntad todo cabe, salvando las potestades propias de las iglesias.

Individuos o instituciones. Si concibo que la institución es una formación histórica que el legislador no puede cambiar a voluntad, asunto cerrado. Si la ingeniería del Derecho se pasa por encima el Derecho Romano y la tradición, asunto cerrado. 

Si el género entra en el debate, lindamos un terreno similar. El deseo individual o los fines propios contra un asunto aún más sólido que las instituciones, que no es más que un constructo social. La biología es la verdad planteada por la ciencia sobre nuestra naturaleza objetiva. No es la naturaleza del deseo sino del hecho. O naces hombre o naces mujer. El género es la construcción social que deriva del deseo del individuo por "ser" ¿Qué prevalece? En el registro real el hombre que mutila su órgano sexual para ser lo que naturalmente no es, continuará siendo toda su vida lo que fue al nacer. El deseo individual, que vincula al ideal jeffersoniano del derecho a la búsqueda de la felicidad, llamará a crear categorías, lo que deriva en un registro superpuesto en el que el "trans" ya no es, en superficie, un hombre sino una mujer ¿Cómo abordamos entonces el derecho a una identidad? ¿El derecho a la identidad es a tener una o a tener la que se desea tener? En lo particular, la edad, el origen, el color de ojos...son asuntos sobre los que no se puede mentir ¿Es válida la ficción que opera en función del hombre feliz? Cada quien tendrá una respuesta.

En todos los casos, más que una guerra de baja intensidad del marxismo cultural (según algunos que temen a Gramsci) lo que hay es una búsqueda de validación de los fines individuales por sobre los viejos acuerdos sociales y las categorías irrebatibles de la ciencia. Liberalismo desde el Derecho Civil alentado por la izquierda, allí la paradoja. El marxismo no captará adeptos para el Estado socialista desintegrando concepciones jurídicas o tradiciones. Diga lo que diga Engels, la soberanía del individuo como cultura aleja al hombre del socialismo.  

Cada quien con su posición, finalmente de lo que se trata es de la lucha del sueño o deseo individual contra instituciones sociales o categorías científicas indiscutibles.

¿Es suficiente la razón para saber quién tiene la razón?

 


Escrito por

RAÚL MENDOZA CÁNEPA

Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.


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