El jusnaturalismo nos remite al Derecho natural, aquel cuya esencia reside en lo que consideramos justo o verdadero. Es cierto que se expresa en normas objetivas para que sean generales y conocidas por todos como es cierto que el Derecho es también un hecho social como lo es el lenguaje...Sin embargo...
positivismo

Uno de los grandes excesos de quienes creen que el Derecho puede transformar lo que es en otra cosa es el positivismo. "El Derecho es la norma y la norma puede hacer lo que le venga en gana", dicen. Si se asume ese concepto (desprovisto de verdad y al margen de la realidad), la norma puede prevalecer a los derechos fundamentales y ponerlos en cuestión o pueden los legisladores (creando sobre lo humano y divino) decidir que soy "elefante" y no persona, como decide que el concebido sea tal y no "persona" (a diferencia del Código Velez Sarsfield). El gran problema del positivismo es que coloca la decisión del legislador por encima de la realidad como la colocó Calígula a decir de Suetonio, que quiso nombrar a Incitato, su caballo, Cónsul, nada menos. 

Desde luego que el poder de decisión del legislador es omnímodo y tanto que la función en manos de idiotas puede devenir en un Congreso que modifique la realidad, cuando lo que modifica es el consenso. Así, si la ley lo dice y todos estamos de acuerdo, mañana la Tierra es plana. Peor aún, nos podemos saltar la justicia y sembrar paredones para quien se oponga a la nueva naturaleza terráquea. Si los legisladores plantean que el solo testimonio es una pre-sentencia, así será y si asume que la ordalía era una buena manera de llegar a la verdad, así será.

La razón legisla mejor que la voluntad.