- los límites
Preguntaba a un sacerdote sobre un supuesto en el que un sujeto recibe una gracia en específico y por la que está agradecido, pero que se convierte en favor cuando se exige a cambio un retorno ¿Cuál es el límite de la gratitud? ¿Tiene límites? ¿Quién elige el retorno?
¿Qué haría usted frente a una propuesta que pone en peligro su situación jurídica o su seguridad personal en general? Muchas veces, la gratitud conduce a un conflicto que pareciera no se puede superar, pero la gracia nunca exige que el receptor de ella o quien es favorecido por una decisión pise el límite del abismo. En las cárceles los favores se pagan sí o sí, aun cuando la retribución implique transportar droga a otro pabellón del penal o ser el "burro" que cargue con las mercancías, pero no habitamos una cárcel y existe una multiciplicidad de formas en que las gracias pueden ser retribuidas, aunque no quepa el término.
Entre padres e hijos no hay favores como no los hay en la genuina amistad. Sin embargo, las personas agradecidas y con espíritu de gracia y gratificación ayudan. La genuina amistad no arriesga al pariente ni al amigo, no lo somete al peligro o la incorrección, sea a cambio de algo que se considera importante.
En Occidente asumimos la reciprocidad incondicional como una regla, una que viene de Roma y que no concibe la gratitud como un sentimiento profundo. Gracia es regalo, gratitud es la respuesta a la gracia. Favor con favor se paga, pero no con cualquier favor.
Publicado: 2018-06-01
Las gracias son obsequios, ayudas que se ofrecen por piedad o por cualquier criterio, sea profesional o personal, con el sello de la incondicionalidad. Los favores siempre esperan un retorno, pero...
Escrito por
RAÚL MENDOZA CÁNEPA
Abogado PUCP. Escritor. Columnista en Expreso. Ha sido integrante del staff de la página de Opinión de El Comercio y de El Dominical.