Muchas veces buscamos fuera de nosotros lo que está en el interior y que nos puede proveer de paz y de sosiego. Ver hacia adentro es descubrir que todo lo que necesitamos está allí. Vi recientemente una entrevista en You Tube, donde un sabio librero decía que no ganaba de vender libros, pero tenía una casa y solo le bastaba vender para alimentarse. No más.
desapego

Muchos temen a la palabra "desapego" porque no la comprenden. No es que el hombre renuncie al mundo en el que vive porque de lo que el mundo le provee es que vive, pero vivir desapegado y en paz es estar libre de toda zozobra y de todo deseo inquietante. No es que el hombre no desee, de hecho al alimentarse o amar o ver una película o leer un libro es porque media un deseo. El problema es el deseo del mundo, de la riqueza, el poder, la gloria o el acceso a todos los placeres sin los cuales se cree no se puede llamar "vida" a la vida.

Vivir desapegado es vivir hacia adentro, contemplarse y luego contemplar el paisaje sereno en completa paz, centrándose en el "aquí" y el "ahora". Quien vive apegado, vive en el futuro. Quien se ha liberado, goza el instante, que es todos los tiempos en uno y la calma continua.

Un verdadero ejercicio que pocos están dispuestos a practicar.