Son tiempos de múltiples campañas, de iras que campean con banderas, de calles que aglutinan. A veces se olvida que la cruzada más noble es la que atañe a aliviar el dolor del ser humano. 
un padre y su hija

Muchos son los hombres y mujeres que requieren de una ayuda y muchos son los que transitan por la estación de dar. Navegando en Facebook, en ocasiones salta un llamado de humanidad. Ese llamado rompe la vanidad de la vitrina pública donde nos exhibimos y corta la deliberación, pero es válido cuando el dolor puede tener como correlato aunque sea un alma caritativa.

Navegando en mi red me encontré con este post (tomado de Eduardo Olivos) y esta foto:

 

"En estos tiempos se suele caminar rápido, abstraído, sumergido en problemas de la cotidianidad.

Como NUNCA en ese lugar, lleno de ruido, bocinazos, negocios al paso y desorden, ví algo que no encajaba. Nunca, ví una manifestación tan intensa amor de un padre a su hija. Irradiaba ese amor honesto, intenso y desprendido que debe tener un papá con sus hijos.

Juan Paisano Espinoza, cuida con mucho amor a su hija, su Flor, de 28 años; y la cuida mucho más desde los seis, cuando le dió meningitis. Desde entonces ha tenido que venir con relativa frecuencia a Lima, para su tratamiento, hasta quedarse a vivir aquí, lejos de "su Cuzco" en dónde están su esposa y su otra hija.

'Ya no habla', me comentó algo triste mientras acariciaba el cabello a su Flor, su KKO bebé. Vi en su engreída, no obstante su enfermedad, esa mirada rara en estos tiempos; la mirada de una hija que se siente amada y protegida por su héroe: Su Papá.

En un país como el nuestro, en donde gran parte de padres abandona a la suerte a sus menores hijos, y encargan a la madre todo el peso del cuidado, alimentación y cariño a sus hijos Juan Paisano es tremendo ejemplo de Responsabilidad.

Su mayor gasto es en pañales, me comentó. Su nombre es Juan Paisano Espinoza, su DNI es 21797137 y su número el 952-165637 y tiene alquilado un cuarto en Jr.Junín 690 interior 125, en el Centro de Lima".

Nada pierde usted, se gana con preguntar, acaso con dar.


post de Eduardo Olivos