Nunca olvidaremos a quienes delataron y pusieron en una mesa la cabeza de Paolo Guerrero, arriesgando nuestra clasificación al Mundial de Rusia. Al menos sus nombres ya están registrados en la historia de nuestro fútbol. Dejando aquello atrás, la FIFA tiene la oportunidad de sentar una jurisprudencia razonable y justa, basada en los principios del Derecho, que favorecen a nuestro jugador.
sin dolo, la duda razonable exculpatoria

Si bien no es un caso de materia penal sino administrativo, el de la FIFA tiene las formas y la lógica de un proceso en el que se busca esclarecer lo ocurrido y, finalmente resolver a favor o en contra. Las reglas universales del Derecho, en tanto principios se aplican en todas las sedes y en todo tipo de procedimiento.

¿Por qué la FIFA debe liberar a Guerrero? Se deslizan muchos criterios que son ciertos en cuanto a que son irrefutables, pero que son jurídicamente inválidos. Nadie duda que Paolo Guerrero ha mostrado más pundonor que nadie en nuestra selección y que es un ejemplo de garra y de lo que es hacer buen fútbol. Es, además, uno de los mejores jugadores del mundo por su habilidad, fuerza deportiva y hambre de gol; pero a la FIFA poco le importa el heroísmo, le interesan  los hechos y el Derecho, y estos favorecen a Paolo Guerrero.

Al margen de que sea un profesional correcto y un hombre sano, ya se descartó el consumo de cocaína, quedando la posibilidad del consumo involuntario de una infusión de coca, bebida masiva, permitida y natural en América del Sur. Más aún, se descarta haber tomado alguna sustancia con un objetivo determinado. Es creíble cuando Guerrero afirma que no bebió sustancia alguna con ese componente y que si es que lo hizo fue sin saberlo, quizás con los restos del mate de coca en el recipiente del que bebió un té (difícil probar lo contrario para quien tiene la carga de la prueba, por lo que rige la duda razonable y, por tal la inocencia). En Argentina el consumo de mate de coca es común, Guerrero no es un consumidor de esta infusión, pero siempre es posible un registro mínimo por contacto involuntario.  Si no es cocaína y si Guerrero no reconoce haber bebido mate de coca, salvo por algún error ocasional, entonces nada queda por discutir. Lo justo es que le devuelvan la opción de seguir jugando al fútbol y que le permitan un merecido Mundial. 

En el Derecho Penal el dolo es un concepto fundamental, significa "intención y voluntad". Por ejemplo, Juan tiene la intención de matar a Pedro; pero no queda el deseo anclado en el objetivo, sino que Juan perpetra ciertos actos para producir el resultado que se ha propuesto, la muerte de Juan. En el fútbol la FIFA debe tener en cuenta estos criterios de justicia, en tanto que es muy poco probable que Guerrero, como muchos futbolistas, consuman una sustancia específica para tener una dinámica distinta sobre el terreno de juego. Salvo un cocainomano consumado y conocido (cosa que salta siempre a la vista en las noticias, cosa que no es del caso de Paolo) o un partido en la altura (opción que la FIFA debe regular, pues ya quiero ver a Bolivia jugando en Santa Cruz) es muy poco probable que un jugador ingiera una sustancia para diferenciarse físicamente de los demás, arriesgando su carrera o echándola a perder definitivamente. Nadie es tan tonto para jugarse su destino a cara o cruz frente al doping, al menos Guerrero no lo es y su disciplina y corrección cuentan como precedente.

Esperamos un fallo que sea de justicia, descartado el consumo de cocaína, y que se ampare en la duda razonable que conduce de manera ineludible a la declaración oficial de su inocencia.

Que así sea.