No solo porque se tiene hijas o madre es que un hombre, como cualquier mujer, debe sensibilizarse con los casos de violencia y maltrato. Hombres que golpean, que arrastran por el suelo, que taladran, que insultan o amenazan, que queman o destruyen a su pareja. Muchos de estos casos pretenden justificarse, pese a que no tienen ninguna justificación en lo absoluto por más que te lo digan, por más que te la creas. No hay frase ni circunstancia que valide la violencia contra la mujer ni la coacción y el puño contra persona alguna. Cuando él o ella opta por marchar o concluir o no aceptar una relación, les asiste el pleno derecho de elegir su ruta. Nadie es de nadie, el amor es un pacto, como lo es la amistad. La cosificación, la equívoca idea de que la mujer es una propiedad o acaso una posesión, es una de las causas más romas de la violencia.
Si te dicen

Si te dicen "No", es "No". Si te cortan o te anuncian que aquella por la que el corazón late, tiene el suyo detrás de otro hombre o si la ruptura te rompe el corazón, solo da la vuelta y sigue tu camino. No existe ninguna justificación para cosificar a una persona, tampoco para sentenciar y ejecutar. "Perdiste ¿ok?", simplemente busca otra opción, otra senda, otro amor.

Nadie tiene que cuidarse de decir "adiós", nadie tiene que temer al nudillo porque las cortinas se le abrieron en el alba; nadie tiene por qué temer las consecuencias de su propia libertad o la búsqueda de su propio destino, nadie tiene que temer a sus propias palabras. Muchos de los casos de violencia contra la mujer se producen por la celotipia y más precisamente los celos infundados o la creencia anómala de que la mujer con la que miraste el mar o cerraste feliz una relación es  ya tuya por la articulación de un "Sí". No hay nada tuyo más que las cosas que son de tu propiedad, cosas ¿Leíste? los sujetos se pertenecen a sí mismos y su libertad es un asunto que, finalmente, no te incumbe.

La infidelidad no debe llamar verdugos ni correas ni manoplas, simplemente a la reversa, a la vuelta de página, al adiós, a la decepción que se vive en solitario hasta el olvido, a la nueva búsqueda; nunca a la violencia. Existen, por supuesto, infidelidades reales y las hay las que solo habitan tu mente que se calienta para cortar, para pegar, para herir. En ningún caso la violencia tiene validez o razón. No te defiendas. Solicita el perdón, reconoce, hazte ver, domina tu sangre y tu furia, canalizala...

La violencia nunca es el camino, no es sino la inteligencia con la que los "brutos" suelen expresar lo que la boca no tiene el coraje o el ingenio de decir.

#niunamenos #noalaviolenciadeninguntipocontranadie