Sé de alguno que tiene las suficientes habilidades para darle vuelta a cualquier problema y hacer mejoras en aquello que le encarguen. Cierta vez frente a un examinador se allanó a una afirmación tan contundente como desafortunada: "Pero usted no tiene maestría". 
El saber hacer

Probablemente el sujeto en cuestión pueda crear dinero y tenga capacidades difíciles de igualar en el terreno, un título y conocimientos que lo ubiquen en superioridad de condiciones que un escalador profesional de la academia. No es una injuria gratis, pero la maestría no hace al talento como sí la debida aplicación, la habilidad innata, el reflejo, la inspiración, el saber y, especialmente, el análisis.

En un país que doctorear es un saludo de protocolo que se ofrece como un manjar, el cartón vale más que el seso. José Carlos Mariátegui fue un autodidacta y el más elaborado intelectual de las primeras décadas del siglo XX. Muchos periodistas descomunales en su quehacer sobresalen sin siquiera haber seguido un cursillo de comunicaciones (no se aplicaría este ejemplo a la Medicina, desde luego); pero se tiende a asumir que sin carta con sello la inferioridad funcional se presume. Menos sueldo, la posibilidad de ser puesto a la vera del camino.

Algunos pueden haber estudiado en una universidad sin rigor y haber seguido una maestría en ciencias ocultas y otro haber sido un aplicado estudiante de una universidad rigurosa además de un ávido lector ¿A quién elegiría usted? 

Algunos brillan por su labia y otros por ser fenómenos en el arte de la argolla. Otros solo amontonan cartones. La verdadera capacidad del guerrero se mide en el campo de batalla y no antes de ella.

El mérito es el conocimiento en bruto (al margen de su procedencia) y la habilidad real para solucionar problemas y construir con eficiencia. Esta, la eficiencia, por cierto, poco tiene en cuenta el kilometraje en un salón de clases.

Un famoso empresario chino suele reclutar a su personal y ponerlos a prueba sin atisbo a su historial. Sus entrevistas previas omiten el "cuánto gastaste en tu educación" y se empecinan en "cuán útil puedes ser a mi empresa".

Dudo que alguna vez tengamos las luces para comprender.