"Soltar" es una palabra que aterra, pero que es fundamental. A veces me ha tocado aconsejarlo a algún amigo o amiga frente a alguien que no les abre la puerta ni gastarán tinta en una respuesta. Suelta, deja en manos de Dios todo y olvida el asunto. Amate a ti mismo y purifica tu alma de las malas experiencias, sácalas de ti (pues son un bloqueo para tu vida).
El procedimiento: Lo siento, te amo

Soltar y dejar todo en manos de Dios no parece una tarea fácil, pero es la paz interior. Por cierto, la paz y el amor del mundo no lo busques fuera de ti, búscalos dentro de ti. Si te han humillado, si te va mal, si tus finanzas están en el ras o si tienes enemigos o enfermedad, todo, todo, déjalo al margen. Mira tu espejo, contempla tus ojos y entiende que dentro de ti hay un niño, un niño interno al que debes hablarle con sumo amor, pedirle autorización, acariciarlo, amarlo (insisto) y decirle cuatro palabras muy sencillas, que debes repetirlas las veces que creas conveniente. Es tu niño interno, depositario de tus malas memorias y de tus bloqueos, dile con tierna actitud siempre: "Te amo, lo siento, perdóname, gracias". Si algo deseabas, quizás una casa, una mejor situación o un amor con nombre propio que te es esquivo, o lo que fuera que no se da, suéltalos, suéltala, deja todo en manos del cielo (sea lo que sea que Dios determine) y vive en paz.

Tu paz será la paz de tu mundo, de ese mundo que tú creas (del que eres creador y por tanto responsable). Te sonará extraño, pero sí, eres responsable de todo ese mundo, incluidos los dolorosos avatares que te tocan. Solo tú. 

Solo entra en paz en ti, ama, amate, vuelve al "te amo, lo siento, perdóname, gracias..." y si te acompañas de un deseo sincero de desbloquear también al otro o a la otra y liberarlos de sus cargas, de sus bloqueos, practica esta oración de paz y amor. Reza por aquel, por aquella, por el enemigo (que ya no lo es) y pide bendiciones al cielo para aquel, para aquella.

Difícil de comprender, fácil de hacer. El pensamiento, tu pensamiento y tus creencias son los que cambian el mundo, no esperes algo ni todo ni un poco ni mucho de los demás. Vive en paz y desea el bien. De eso se trata todo.