Debes amarte primero, luego volcar tu alma hacia otra que la requiere, que la busca. El amor es una fusión entre dos almas que entre sí mismas se dispensan lo que tienen, nadie da de lo que no tiene....
La escena

Esta escena corresponde a Angel-A, de Jean Luc Besson, una gran película, una de cuyas escenas nos inspira, nos arroba, nos envuelve ¿Quién no ha deseado protagonizar alguna vez una escena semejante en una caída? Quizás te amas y lo ignoras o no te amas porque has trajinado entre distancias, golpes, rechazos y vacíos. Probablemente seas como André y necesites un espejo y una dama que gestione el mismo procedimiento.

Él la ama, pero para amarla en serio él debe amarse en serio o...no la ama. Ella lo lleva por el camino del descubrimiento feliz. No hay amor sin un origen, sin una fuente de calor dentro de nosotros mismos, que se proyecta hacia el propio interior y que vuele hacia afuera para envolverte, para envolvernos, para envolverla o para envolverlo.

Aquí la escena, una de las más magistrales del Cine