Se viene escribiendo sobre la generación actual de narradores. Se habla mucho de la narrativa actual. No es que no hayan poetas o plumas con lustre. El problema no son los poetas, es el valor que tiene la poesía para el lector común...y para el otro tipo de lector.
¿Y los poetas?


No es que se hayan extinguido los poetas y que la poesía haya muerto para toda clasificación generacional, a contraluz del auge narrativo. Lo que ocurre es que la poesía en general ha sido invisibilizada, marginada, herida de muerte por los lectores, colocada en la esquina más lejana de los anaqueles más remotos de las librerías. Solo la abordan los academicos en sus clases o sus trabajos (vengo leyendo uno sobre un poeta de Hora Zero)

Más allá de su excelsitud, la ningunean los lectores, los libreros, los bibliotecarios, los críticos, los periodistas y hasta los poetas.

No vende. Se regala, se guarda, se deshilacha. Todos quieren que le cuentes historias y no por capricho, los poetas deben migrar a la narrativa para "ser". La poesía puede ser grande, me consta, son los lectores los que la hacen insignificante.